Cuando era niño, tuvimos que mudarnos varias veces, y cada vez que cambiaba de colegio mi truco para romper el hielo siempre era dibujando (me hubiese gustado que fuese mostrando mis habilidades futbolísticas pero era un mediocre). Como quien no quería la cosa, me ponía a hacer algún dibujito de manera que todos lo viesen y me soltasen lo de "que bien dibujas", y me diesen palmaditas en la espalda. Luego me salió el bigotillo incipiente y se convirtió en mi característica principal...
Lo de "dibujar bien" molaba en el colegio, no había que demostrar nada a nadie, simplemente era divertido. Ahora, con veinticinco añazos, lo sigue siendo, pero ya va siendo hora de venderse un poquito más en serio.
Asín que, como quien no quiere la cosa (¡ups!), sirva este blog como portfolio para enseñar mis humildes dibujos y garabatos. Vean, vean...
1 comentario:
jaja veo q si bien extrañas la carne argentina has sabido reemplazarla con otros manjares, tas gordo pibe eh!
muy groso por cierto
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