A la vuelta, bien quemadito, fuimos Nuria y yo quienes nos tomamos unos dias perfectos de relax. Cogimos el coche con rumbo al norte, p'al pueblo, en Palencia. Después seguimos subiendo, buscando el mar, hasta caer en San Vicente de la Barquera (lugar de nacimiento del gran Bustamante) y Comillas.
Ahora entiendo por qué la gente sigue yendo al Mediterraneo de vacaciones. Es horrible encontrarse con esas playas de arena blanca tan desoladas, tan grandes y vacías que da miedo sólo mirarlas. O bañarse en ese mar congelado de peligrosas olas. No se puede uno bañar sin ser arrollado por un maldito surfista. Y encima estás en el puñetero campo rodeado de sucias vacas, sin civilización, sin paseos marítimos, ni Pachá, ni supermercados ni nada. Todo son montañitas, cuestas y puebluchos. No vayáis nunca al norte, seguid yendo a Levante y al Sur, que es donde se hace bien el amor.
1 comentario:
Calla insensato, calla.
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